Sobre mí

Soy médico experto en Psicoterapia Ericksoniana
Conozco el entorno multicultural
He estado allí... y
Sé cómo te sientes

Médico de formación y humanitaria por vocación me declaro humana y humanitaria, ya que no concibo lo uno sin lo otro.

Ya desde muy pequeña me mostré sensible al padecimiento humano, siendo muy pronto consciente de otras existencias más desfavorecidas que la mía, desarrollando una inclinación natural a ayudar a los demás.

Pensando en lo que podría ser la mejor manera de aportar algo a la humanidad me decidí por la Medicina como la mejor forma de cuidar al otro. Y, sintiéndome privilegiada de pertenecer a una parte del mundo con mayor desarrollo, en términos materiales, elegí ejercer mis conocimientos en países más desfavorecidos a través de programas de Cooperación Internacional.

Esta decisión me llevó a la que sería mi primera experiencia de terreno: la Amazonía Ecuatoriana. Ejercer la Medicina Occidental en un lugar tan precario puso a prueba mi capacidad de adaptación, tanto física como emocionalmente. Y, definitivamente, esa era la vocación que quería seguir, por lo que continué mi formación en esa dirección estudiando Enfermedades Infecciosas y Tropicales en un Instituto Peruano.

Azares del destino me devolvieron a mi ciudad natal, en España, donde tuve la oportunidad de contactar con Cruz Roja para empezar a trabajar en un Centro de Atención a Drogodependientes puesto de coordinación de equipo y servicio terapéutico a los afectados y sus familias, que me proporcionó experiencia en terapia de grupo desde la perspectiva de salud mental, y oportunidad para desarrollar técnicas de escucha y comunicación con las familias y su entorno social , en general, confirmándose la importancia del entorno en la salud integral del ser humano.

Al seguir muy interesada en trabajar en otros países, pasé al Departamento de Cooperación Internacional, entrando a formar parte de la gran familia del Movimiento Internacional de la Cruz Roja cuyos principios marcarían mi trayectoria como persona y profesional.

Tras ampliar mis conocimientos académicos con una Diplomatura en Salud Internacional, comencé mi trabajo humanitario con el Comité Internacional de la Cruz Roja iniciando mi recorrido por varios países, primero como Delegada Médico del Dpto. de Protección, velando porque se respetaran los cuidados básicos a Detenidos de Seguridad en prisiones, más allá de ideologías y conflictos políticos o territoriales, para pasar, más adelante, al puesto de Coordinadora de Programas de Salud.  Así conocí países tan diversos como República Democrática del Congo y Perú; Campo de Refugiados Saharauis al sur de Argelia, Myanmar, Chad, Indonesia, Pakistán, Liberia, y Filipinas.

Años de experiencia viviendo y trabajando como expatriada, en entornos conflictivos y, por ende, entornos emocionalmente intensos, compartiendo éxitos y dificultades con equipos multidisciplinares y multiculturales. Afrontando el choque entre las expectativas del ideal humanitario y una realidad cruda y violenta, con valores que difieren de los que te llevaron a ese lugar. Manteniendo la motivación en que lo que uno puede aportar, cuenta.

Consciente de la importancia de digerir y asimilar cada experiencia vivida decidí espaciar el tiempo entre misión y misión, y dedicar esos momentos a cuidar de mi persona, a estudiar otros temas (Grafología Terapéutica, Gestión en Recursos Humanos, Reflexoterapia Podal) siempre en la línea de aprender más y mejor cómo cuidar al otro, o trabajar en el sistema de salud de mi país de origen para no perder la perspectiva de cómo era vivir en mi propia cultura.

Sin embargo, como médico de referencia, también para los colegas, fui testigo de cómo el “sistema humanitario” iba minando su moral y energía paulatinamente, entrando yo misma en la vorágine, lo que me hizo pensar que debía haber otro modo de hacer ese trabajo sin tanto desgaste.

Llegados a ese punto, decidí que era momento de cambiar mi manera de trabajar y empezar a ayudar a las personas desde sus capacidades lo que me llevó a reciclarme profesionalmente en el estudio y entrenamiento en Psicoterapia Ericksoniana, Hipnosis Clínica y Programación Neurolingüística, adquiriendo las herramientas necesarias para prestar apoyo, también, desde la vertiente psicológica.

Tras un tiempo dedicándome a la población en general, he decidido que mis conocimientos y experiencia son mucho más útiles en el campo de los humanitarios, por lo que aquí estoy ofreciéndote lo que he aprendido y vivido, lo que sé para ayudarte a vivir mejor tu experiencia, porque se puede.

Dra. Sara Beneit